Cinco joyas húngaras de la fotografía universal

El Patio de la Infanta de la Obra Social de Ibercaja en Zaragoza ofrece hasta el 31 de diciembre Maestros Húngaros de la fotografía, una interesantísima mirada sobre la fotografía húngara focalizada en cinco autores clave de la historia de este arte: André Kertész, Martin Munkácsi, Robert Capa, Brassaï y László Moholy-Nagy. Todos ellos son grandísimos maestros, cada uno cultivó un estilo totalmente dispar pero todos tienen en común que triunfaron siendo emigrantes.

La muestra se compone de setenta y cuatro imágenes, realizadas entre los años 1917 a 1970 – 24 de André Kertész, 13 de Martin Munkácsi, Robert Capa, 3 deBrassaï y 20 László Moholy-Nagy- y seleccionadas entre los fondos del Magyar Fotográfiai Múzeum, institución que lleva veinte años investigando, conservando y difundiendo el patrimonio fotográfico húngaro.

Los cinco fotógrafos, judíos nacidos en Hungría, alcanzaron el éxito siendo emigrantes tras dejar su tierra natal por diversos motivos. En el exilio, todos ellos realizaron contribuciones fundamentales al desarrollo técnico y estético de la fotografía. Muchas de sus imágenes se han convertido en símbolos, que hablan el lenguaje que revolucionó la fotografía como testimonio y como forma de hacer llegar un mensaje a la sociedad, retratando la Europa convulsa del siglo XX, los períodos de entreguerras y hasta los años setenta.

ANDRÉ KERTÉSZ (Budapest, Hungría, 1894 – Nueva York, EE.UU., 1985)

André Kertész trabajaba como contable cuando compró su primera cámara en 1912. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se alistó en el ejército austrohúngaro y publicó sus primeras imágenes de guerra, escenas cotidianas de la retaguardia. En 1925 emigró a París, contactó con el mundo artístico de Montparnasse y adoptó el nombre de André, poniendo su talento y su intuición fotográfica al servicio de revistas como Vu, Sunday Times, Berliner Illustrierte Zeitung o Uhu, entre otras. En 1927, la galería Le Sacre du Printemps organizó su primera exposición individual. La espontaneidad de las tomas urbanas obtenidas con su cámara Leica y la modernidad de sus desnudos distorsionados le hicieron famoso, al igual que un referente para otros fotógrafos como Brassaï, Robert Capa y Cartier-Bresson. En 1936 se trasladó a Nueva York donde empezó a trabajar como fotógrafo de moda y de interiores para las revistas Look, Harper’s Bazaar y Vogue. La Segunda Guerra Mundial impidió su regreso a Europa, y se nacionalizó estadounidense en 1944. A partir de 1963 y hasta su muerte, Kertész se concentró en sus exposiciones y publicaciones, y en un trabajo independiente mucho más conceptual e intimista.

LÁSZLÓ MOHOLY-NAGY (Bácsborsód, Hungría, 1895 – Chicago, EE.UU., 1946)

László Moholy-Nagy fue un artista polifacético, representó un papel clave en la relación entre la fotografía y el arte de vanguardia. Exiliado en Viena en 1919 y Berlín en 1920, entró en contacto con artistas rusos y húngaros adscritos al Futurismo, el Dadaísmo y el Constructivismo. En 1922 comenzó a producir sus primeros fotogramas, unas imágenes obtenidas sin intervención óptica, sólo mediante objetos y luz. Moholy-Nagy introdujo la fotografía en la Bauhaus de Gropius, dónde enseñó hasta 1928. Otra característica célebre de su obra es el gusto por las tomas aéreas de picado y contrapicado, muy vinculadas al cine experimental de sus contemporáneos. El III Reich nazi le obligó a emigrar a Amsterdam, Londres y finalmente Estados Unidos. Allí compaginó la enseñanza en la New Bauhaus de Chicago (más tarde Institute of Design) con una intensa labor teórica que reflejó en diversos textos hasta su muerte por leucemia.

MARTIN MUNKÁCSI (Kolozsvar, Hungría, 1896 – Nueva York, EE.UU., 1963)

Martin Munkácsi se formó y ejerció como pintor. En 1912 se trasladó a Budapest y comenzó a trabajar escribiendo poesías para distintos medios y como reportero gráfico deportivo, demostrando un destacado sentido del tiempo y del drama. En 1927 emigró a Berlín donde colaboró con el Berliner Ilustrierte Zeitung, Die Dame, Koralle, UHU y otras publicaciones relevantes del momento. La Nueva Objetividad, un movimiento berlinés de vanguardia, le inspiró en sus composiciones angulosas, con fuertes diagonales, picados y contrapicados. En los años 30, el nazismo le hizo huir a los Estados Unidos. Allí se dedicó a la fotografía de moda para Harper’s Bazaar e introdujo por primera vez en el género el deporte, el aire libre y la salud corporal. Sus imágenes conjugaban la foto deportiva, el fotoperiodismo, la moda y la búsqueda plástica pura. Tras un período dedicado a la pintura, la literatura y la publicación de su obra a partir de 1943, murió de un ataque al corazón.

BRASSAÏ, nacido Gyula Halàsz (1899, Brasso, Hungría – Niza, Francia, 1984)

Brassaï quería ser pintor, motivo por el cual dejó su tierra natal para realizar estudios de arte en Alemania. En 1924 se trasladó a París para trabajar como periodista. Animado por Kertész, empezó en 1930 a reflejar el París nocturno que tanto le había impactado a su llegada a través del medio fotográfico. El libro resultante, Paris de Nuit, fue un éxito inmediato. Desde 1933 hasta 1936 trabajó para la revista Minotaure; tras dejarla y hasta 1965, para Harper’s Bazaar. Amigo de artistas y escritores, se interesó por el retrato, tanto de personajes célebres como del lumpen parisino. La Segunda Guerra Mundial le apartó de la fotografía, que retomó a finales de años 40. A partir de la década siguiente, la actividad de Brassaï fue multidisciplinar: se dedicó tanto a la fotografía como a la escritura (especialmente conocidos son sus libros sobre Picasso y Henry Miller), el dibujo, la escultura, la pintura y el cine.

ROBERT CAPA, nacido Endre Friedmann (Budapest, Hungría, 1913 – Thai Binh, Indochina, 1954)

Robert Capa se exilió a Berlín debido a sus simpatías con el partido comunista en 1931. Allí comenzó a estudiar Ciencias Políticas, Sociología y Periodismo y a trabajar como asistente en laboratorios fotográficos. La persecución nazi contra los judíos le llevó en 1933 a París, donde conoció a los que más tarde sería cofundadores de la célebre agencia Magnum. Hasta finales de los años 30, trabajó para la revista Vu, muy influido por el trabajo de Kertész. En 1936 cambió su nombre y se dedicó a reflejar los movimientos políticos y las guerras como fotógrafo independiente. Documentó la actuación de las fuerzas republicanas durante la Guerra Civil española; durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en Europa y el norte de África con la Armada de Estados Unidos para la revista Life; fotografió la invasión japonesa en 1938, la contienda palestina entre 1948 y 1950, y la camboyana en 1954, donde murió al pisar una mina. Nacionalizado estadounidense en 1946, fundó la agencia Magnum con Cartier-Bresson, David Saymour (Chim) y George Rodger, presidiéndola entre 1951 y 1954. Capa es el padre del fotoperiodismo comprometido con las víctimas inocentes, enfrentado a las guerras y la injusticia.

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