El experimental Lenguaje corporal de Rafael Navarro en la galería Espaciofoto

Lenguaje corporal es el título de la exposición que la galería espaciofoto de Madrid ofrece al público hasta el 18 de marzo. Se trata de una mirada sobre la obra de un clásico de la fotografía contemporánea española, un inspirado creador de imágenes que lleva 40 años produciendo memorables fotografías siempre con un tono personal. Hablamos de Rafael Navarro.

La exposición de espaciofoto es una muestra retrospectiva, compuesta por 27 fotografías en blanco y negro a través de las que es posible hacer un rápido recorrido por algunos de los trabajos más emblemáticos de la larga carrera de este autor aragonés. A través de ellas es posible comprobar cómo este creador ha explorado siempre el amplio territorio de la fotografía transitando por sus límites y experimentando con las posibilidades que la técnica, especialmente la del laboratorio, ponía a su alcance.

Entre las múltiples opciones que ofrecía una trayectoria de cuarenta años de trabajo ininterrumpido, desde 1975 hasta hoy, la galería ha querido repasar un tema central a lo largo de todo este tiempo: el desnudo. O, más bien, la representación a través del cuerpo del universo particular del artista.

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Lenguaje corporal es una gramática visual que requiere de la lectura e interpretación de una imagen para entender el mensaje. El discurso icónico de Rafael Navarro es una lengua muchas veces abstracta, de significados abiertos, que en ocasiones nos muestra y en otras nos oculta cosas. Se trata de escenificaciones que, partiendo de lo real, conectan con el subconsciente y las emociones.

La muestra se inicia con su primera serie, Formas, con la que comenzó allá por 1975 y en la que ya se apuntan las bases de lo que sería su futura trayectoria: el cuerpo de la mujer, la luz, la abstracción… A partir de ahí el espectador es testigo de su evolución a lo largo de otras nueve series que, cronológicamente, acaban con «Ensueño», obra reciente fechada en 2012.

En este recorrido, se puede observar como Navarro emplea la luz y el volumen como si de un arquitecto de imágenes se tratara y cómo tan sólo los recursos más puramente fotográficos -la profundidad de campo, la composición, la luz o el tiempo de exposición-, le bastan para construir el sutil y complejo mundo que propone.

La exposición se organiza como una pequeña selección de imágenes de cada una de las series, que serían como puertas que se abren e invitan al espectador a pasar, para así completar una visión de conjunto de la obra de este artista de la piel y de la luz.

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Rafael Navarro

Nacido en 1940 en Zaragoza, Rafael Navarro inició su larga andadura artística a principios de la década de los setenta.

Su obra es un reflejo de su mundo interior, donde mostrar lo evidente casi nunca ha sido un objetivo. El artista renuncia con frecuencia al control del movimiento, de la técnica o a la rigurosa exactitud mecánica que permite la fotografía, para dejar abierta la elocuencia de la forma y el imprescindible cruce de subjetividades donde verdaderamente se reúnen la obra y el lector.

Una de las constantes en su dilatada obra es la importancia que en ella ejerce su fascinación por la naturaleza; el cuerpo humano libre de los artificios del ropaje, donde un pliegue es otro modo del paisaje o como los ciclos y los tiempos se abren camino y dejan su rastro en una piedra o en una masa vegetal.

Navarro cuenta con numerosos reconocimientos y su  obra  ha sido expuesta  en galerías y museos nacionales e internacionales en  más de 700 ocasiones  y  forma  parte de fondos relevantes de instituciones de todo el mundo, entre las que se pueden destacar, entre otros: Maison Européenne de la Photographie, París;  Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid; Colección Polaroid, Cambridge, Estados Unidos; Fototeca de la Casa de la Fotografía de México, México D.F.; Muragame Hirai Museum, Muragame, Japón.

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