El Centro Niemeyer de Avilés está ofreciendo hasta el 18 de enero la exposición fotográfica Paisaje interior, una muestra de retratos de gran formato de Ricardo López Bueno, autor que recala en la fotografía después de haber tenido otras ocupaciones y que desde hace unos años muestra sus obras en variados certámenes con muchos resultados alentadores. Sin duda, esta exposición individual en el Niemeyer, es el respaldo más importante que ha obtenido en una carrera artística que todavía comienza.
Paisaje interior se centra en el género más clásico y eterno de la fotografía, el retrato. Más que el paisaje, mucho antes que la moda o el reporterismo, la fotografía ha sido retratismo y esa función-vocación no la ha perdido con el paso de los años, el avance de las técnicas y la evolución de las tendencias.
En Paisaje interior, López Bueno retrata individuos que convierte en anónimos al despojarlos de todos sus datos personales excepto la profesión y de su contexto, para fotografíarlos a todos ellos con ropa negra o muy oscura sobre un mismo fondo negro para que las únicas características que les arranquen de la homogeneidad sean sus propios rasgos faciales y su pelo.
Los retratos de Ricardo López Bueno tienen un innegable clasicismo formal y lumínico que podría emparentarse no ya con el retratismo fotográfico sino con el pictórico. Contribuyen a ello sus poses hieráticas y el buscado juego de claroscuro que provoca una iluminación lateral que se mantiene en toda la serie y sirve para esculpir los sujetos contra un fondo cuya negrura se refuerza mediante el procesado y también en la impresión del catálogo donde las fotografías, además de la cuatricomía con la que se reproduce el sujeto, llevan una tinta directa negra para conseguir fondos de una negrura absolutamente sólida y brillante, muy efectista.
Más allá de ese clasicismo formal y lumínico, la contemporaneidad se cuela en los retratos de López Bueno en el procesado de las imágenes que, por un lado, las desatura ligeramente y, por otro, las contrasta para resaltar al máximo la textura de la piel, sus arrugas, poros e imperfecciones, el pelo… algo así como el negativo del habitual retoque de belleza.
Esta exposición está Comisariada por Agnès de Gouvion Saint-Cyr y organizada por diChroma photography que es una empresa muy activa en la producción de exposiciones fotográficas itinerantes que actualmente mantiene en su oferta 19 muestras de autores clásicos y contemporáneos.
