Ortiz Echagüe y Vilatobá, dos maestros del pictorialismo con un enfoque distinto

De la mano de PhotoEspaña conviven en dos salas de Madrid sendas exposiciones que tienen que ver con el pictorialismo pero que muestran dos maneras de hacer completamente diferente y las dos magníficas: José Ortiz Echagüe y Joan Vilatobá que ocupan respectivamente la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Museo del Romanticismo.

En tiempos de fotografía digital, merece la pena volver la vista a la historia de la técnica para ver cómo se concebía la fotografía y el positivado en papel a principios del siglo XX. Estas dos muestras constituyen una elocuente lección  sobre una etapa de la fotografía internacional y española.

Joan Vilatobá (Sabadell, 1878-1954) es un prototipo del pictorialismo como se puede ver en las soberbias copias de revelado al carbón presentes en el Museo del Romanticismo. No sólo por su factura sino, sobre todo, por su planteamiento con escenificaciones de temática alegórica, bíblica o mitológica con unas premisas estéticas y compositivas muy cercanas a la pintura. Vilatobá abrió estudio en 1891 y se mantuvo activo  hasta 1931, si bien la treintena de obras que se presentan en esta exposición fueron creadas entre 1902 y 1910. La exposición está  abierta al público hasta el 21 de septiembre

Precisamente de 1910 es el grueso de las fotografías presentes en la exposición de José Ortiz Echagüe (Guadalajara 1886−1980) . Están centradas en su trabajo en Marruecos, donde se encontraba como militar. Su obra comparte muchos rasgos con la fotografía pictorialista por el uso de técnicas pigmentarias, el extremado cuidado de las composiciones y el tratamiento formal de sus imágenes. Sin embargo, entre las imágenes de Vilatobá y las de Echagüe hay una enorme distancia ya que para éste la fotografía no es una escenificación alegórica o simbolista sino un documento y, pese a su esmerada composición formal y al preciosismo de sus copias, el referente no es una invención artística sino un lugar o un personaje real que para el fotógrafo convierte en un paradigma, la representación de una clase, tal como ocurriría años después con Sander pero sin su afán catalogador.

La exposición Norte de África (abierta hasta el 27 de julio) revisa los primeros trabajos de este maestro de Guadalajara (España), quizá los menos conocidos, realizados en el norte de Marruecos. Incluye tanto una pequeña muestra de la fotografía aérea a la que dedicó buena parte de su tiempo, como retratos y paisajes sobre el terreno en los que muestra las condiciones de vida y las tradiciones de los habitantes del Rif con un enfoque costumbrista. Hay también en la sala una pequeña selección de otras fotografías de Marruecos que Echagüe realizó medio siglo después, en los años 60, con la intención de realizar un libro que no pasó de proyecto porque el país que el había retenido en sus pupilas ya no estaba allí para ser fotografiado. La exposición en su conjunto pretende recordar el trabajo que dio origen a la obra madura del autor, clasificada en cuatro grandes series temáticas recogidas en los libros Tipos y trajes (1930), España, pueblos y paisajes (1939), España mística (1943) y España, castillos y alcázares (1956).

Ortiz Echagüe se mantuvo toda su vida fiel a la técnica de carbón Freson que aprendió en su juventud y que poco tiempo se convirtió en historia para casi todos pero no para él. Si os interesa saber cómo trabajaba Ortiz Echagüe sus copias al carbón en papel Fresson visitad este enlace. Los Trajes y Tipos de Ortíz Echagüe en Palencia donde se describe el proceso.

Jose-Ortiz-Echague

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, haz tu comentario
Por favor, introduce tu nombre