La dura y variada vida de un reportero en un libro ameno

Fotografiar el momento, imágenes para la historia (Anaya Photo Club), es el título de una interesante obra de John Harrington, presidente de la Asocaición de Fotoperiodistas de la Casa Blanca y veterano reportero que ha trabajado para medios como el New York Times, National Geographic, People o Times.

Es un libro sobre fotografía, pero yo no lo calificaría como un libro «de» fotografía porque aunque está profusamente ilustrado, el verdadero peso de la obra reside en su texto y este no entra en tecnicismos sobre objetivos, diafragmas o esquemas de iluminación.

A lo largo de 288 páginas divididas en 41 cortos capítulos, Harrington desgrana otras tantas historias sobre cómo consiguió hacer tal o cual fotografía y cuáles fueron las peripecias vitales que tuvo que sortear, sus dificultades, necesidades y problemas.

Creo que cualquiera que haya ejercido el fotoperiodismo -yo lo hice brevemente- se puede ver identificado con tal o cual situación y por ello me parece que el libro es un texto excelente para todo aquel que aspire a convertirse en reportero gráfico porque entre sus páginas, totalmente apartadas de teorías o filosofía, el interesado puede descubrir cómo un profesional se busca la vida y encuentra sobre la marcha solución a sus problemas. Unas veces no te dan tiempo para hacer tu trabajo adecuadamente, otras no tienes la acreditación necesaria para acceder, otras te tienes que colar en una fiesta, en otra no hay tiempo de cambiar de objetivo y lo tienes que tener todo decidido de antemano, muchas veces pasas la mayor parte de tu tiempo esperando a que la noticia se produzca, a veces tienes que compartir tus imágenes con los compañeros…

Todo son situaciones de la vida real de un reportero. Por supuesto, en este caso, el reportero en cuestión trabaja en la capital del mundo,  su referencia es la Casa Blanca y los grandes acontecimientos mundiales… pero en una escala menos global, las situaciones son  repetidas y repetibles en cada país para cada fotoperiodista.

Si hablamos de las fotografía incluídas en el libro, yo  diría que reflejan también la realidad de un reportero: la mayoría no resultan espectáculares pero algunas sí lo son porque, a fin de cuentas, un buen fotógrafo de prensa no encuentra todos los días la oportunidad de hacer una buena fotografía, muchos días tiene que hacer una foto corriente,  es la vida. Por otra parte, desde una óptica no norteamericana, muchas de las imágenes y acontecimientos que se reflejan en el libro, nos resultan lejanas y eso merma su interés pero como digo, independientemente de la falta de gancho visual de esas imágenes made in USA, el relato es enriquecedor y la lectura se hace muy amena.

El libro puede adquirirse online en este enlace

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, haz tu comentario
Por favor, introduce tu nombre