La obra del fotorreportero Samuel Aranda recogida en un nuevo libro de la colección Photobolsillo

Se  puede decir sin lugar a equivocarse que Samuel Aranda es uno de  los valores más sólidos del joven fotoperiodismo español, no sólo porque se haya hecho acreedor al World Press Photo en 2012 sino, ante todo, porque el corpus de su trabajo muestra la solidez reiterada de un autor que tiene una forma vigorosa de construir imágenes llenas de fuerza y capaces de transmitir al espectador no sólo información  sino, sobre todo, sensaciones.

Además de esto, Samuel Aranda (Santa Coloma de Gramanet, Barcelona. 1979) tiene también un posicionamiento. Podría afirmarse que su trabajo es objetivo pero no que sea neutral ya que, de hecho, su mirada toma partido y opta por ofrecer una determinada visión de la realidad que es la suya, muy próxima a los desfavorecidos y de alguna manera, contestataria y crítica con lo demás.

Ahora La Fábrica, dentro de su inestimable colección Photobolsillo, acaba de publicar un nuevo libro de fotografía dedicado a la obra de este fotoreportero que permite ver con una cuidada edición y puesta en página 69 fotografías, la mayoría en blanco y negro, tomadas entre 2003 y 2014. Están las que le han hecho famoso, como la ganadora del World Press Photo, y también la que le hizo polémico en España cuando publicó en The New York Times una imagen de una persona que aparentemente buscaba comida en un contenedor de basura, dentro de una serie dedicada a la crisis. Pero hay otras muchas que en su conjunto permiten ver su forma de crear imágenes.

El libro está prologado por otro fotógrafo, Agustí Carbonell, que recorre la trayectoria de Aranda como autor comprometido en un breve texto que titula Para un mundo mejor y que relata anécdotas suficientes para contextualizar y dar color a la trayectoria de Aranda. Éste se inició en el fotoperiodismo a los 19 años. Por  entonces trabajaba leyendo contadores de la compañía del gas y antes de apretar el disparador, tenía la costumbre de apretar el botón del spray con el que hacía grafitis en las calles.

Desde que cambió de oficio para abrazar la fotografía, Aranda lleva quince años siendo cronista de grandes conflictos y acontecimientos sociales: guerras, inmigración, revueltas, la crisis económica, movimientos sociales… en escenarios tan distantes y dispares como España, Paquistán, Gaza, Líbano, los Territorios Palestinos, Marruecos, el Sáhara Occidental, China, Túnez, Egipto, Libia o Yemen siempre coincidiendo con el acelerado pulso de la actualidad más rabiosa. En su curricullum se anotan los nombres de grandes cabeceras y agencias como EFE, Agencia France Presse, Le Monde, El País Semanal, Geo o Stern. Actualmente, trabaja como freelance, fundamentalmente para The New York Times.

 El libro puede adquirirse en este enlace: Samuel Aranda en la colección Photobolsillo

Samuel-Aranda-Nueva-York-2010

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