La artista lituana Violeta Bubelyte ha reunido en el Museo del Romanticismo de Madrid sus desnudos más subjetivos, unos autorretratos que revelan el mundo interior de esta fotógrafa, una de las más destacadas de su generación, y que van desde las nebulosas imágenes poéticas y al hiperrealismo.
La exposición, que se abre hoy al público hasta el 15 de septiembre, está organizada dentro de la programación del Festival PhotoEspaña 2013, que dedica este año su programa al tema «Cuerpo. Eros y políticas».
Según el comisario de la muestra, Gintaras Cesonis, el trabajo de Violeta Bubelyte pone de manifiesto «el alma de la mujer, la soledad y el dolor» representados en el tratamiento de la luz, «transparente y delicada», sobre su frágil figura.
Unas imágenes desprovistas de toda provocación sexual que profundizan en la ilusión de la realidad y la soledad a través de figuras desdobladas que llegan a parecer presencias fantasmales.
Esta artista, que ha confesado hoy en el acto de inauguración que le resulta «mucho más fácil hacer fotos que hablar», fue la primera fotógrafa de su país que se retrató desnuda en una época, principios de los años 80, en los que las autoridades soviéticas dictaban las prácticas artísticas. En 1989 reunió en una exposición sus trabajos sobre su cuerpo, imágenes que fueron tachadas como inmorales.
La sociedad lituana, ha explicado Gintaras Cesonis, no aceptó su trabajo de una forma fácil ni rápida, en un entorno profesional en el que el cien por cien de los fotógrafos eran hombres.
A diferencia de otras artistas de su generación, su obra no reclama la emancipación femenina ni busca una reflexión sobre la sexualidad, sino que se centra en elementos formales como la luz y la composición.
La serie «Autorretratos» está compuesta por una selección de treinta imágenes que Bunelyte tomó de si misma entre 1981 y 2003 y en las que, ha indicado la artista, utilizó largas exposiciones.
En algunas de las fotografías, las imágenes se duplican o triplican, desdibujando el cuerpo en una nebulosa, y funcionan, según el comisario, como un diálogo o una confrontación de la autora consigo misma o con el espectador. En otras imágenes, prima la precisión más realista.
Bunelyte (Lituania, 1956) trabaja desde 1998 en el semanario Versio Zinios (Noticias de Negocios) y su obra forma parte de las colecciones de la Asociación de Fotógrafos de Lituania, el Centro de Arte Contemporáneo de Vilna o la Biblioteca Nacional de Francia.
