Hace meses dedicábamos una entrada al proyecto del Ministerio de Cultura para crear en Soria el Centro Nacional de Fotografía de España, pues bien el proyecto ha dado un primer paso de un camino que será lento. En dos años la antigua sede del Banco de España en Soria, una vez remodelado el edificio lo acogerá tal como afirmaron ayer las autoridades estatales y locales en un acto celebrado en la ciudad.
La directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Ángeles Albert; el presidente de la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (SEGIPSA), Juan Antonio Blanco, y el alcalde de Soria, Carlos Martínez, presentaron la propuesta arquitectónica de rehabilitación que permitirá la recuperación para el uso público de este edificio emblemático de la ciudad.
La propuesta adjudicataria ha sido realizada por el estudio Baumar Arquitectos y su realización supone un importe de 298.660 euros.
El estudio de arquitectos se encargará en los próximos cinco meses de redactar los proyectos básico y definitivo, para la posterior licitación de las obras.
Juan Antonio Blanco se ha comprometido a licitar las obras antes de finalizar 2011, con un presupuesto estimado de cuatro millones de euros y un plazo de ejecución de entre 18 a 24 meses.
Por su parte, el secretario de la Subdelegación del Gobierno en Soria, José Antonio Tejero, ha justificado el uso compartido de este edificio en la crisis económica que obliga a ahorrar a las administraciones públicas y reducir gastos como el alquiler que ahora pagan las dependencias del catastro en Soria.
El Gobierno de España se comprometió en el Plan de Actuación Específica de Soria (PAES), aprobado en mayo de 2005, a que el Ministerio de Economía y Hacienda transferiría la titularidad del edificio del Banco de España al Ministerio de Cultura, «para que éste sea destinado a finalidades culturales a través de un convenio con la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Soria».
Fernando Ruiz, arquitecto del estudio que ha resultado adjudicatario del proyecto, ha adelantado que la propuesta plantea un acceso independiente al edificio para cada uso y con el objetivo de rescatar sus valores originales.
