Maestros de la fotografía: Gary Winogrand, padre de la fotografía callejera

Amigo de Diane Arbus y de Lee Friedlander, aficionado a la música y poco dado a hablar de fotografía, así era el norteamericano Garry Winogrand, un nombre fundamental en la historia de la fotografía de la segunda mitad del siglo XX que murió joven y dejó más de 6.600 rollos sin revelar porque en la última etapa de su vida salía a la calle para fotografiarla pero ni siquiera procesaba sus carretes.

Garry Winogrand (1928 -1984), un neoyorquino que vagaba por los Estados Unidos durante las décadas de la posguerra, dejó tras de sí un retrato difuso de la vida americana. Sus fotografías combinan poderosamente la esperanza y la alegría, así como la ansiedad y la turbulencia que caracteriza América durante estos años vitales, dejando al descubierto un país que brilla con las posibilidades que tiene ante sí, pero que al mismo tiempo amenaza con salirse de control. Desde la Quinta Avenida a Sunset Boulevard, desde Cabo Kennedy a la Feria Estatal de Texas, convirtió a la clase media estadounidense en el tema principal de sus cuadros. Infinitamente curioso, Winogrand escrutó ciudades y suburbios, siempre en la búsqueda de esos instantes en que la casualidad y la óptica podrían unirse para hacer una buena foto que pone al descubierto una corriente profunda de la cultura americana.

Es uno de los padres de la fotografía callejera y su reporterismo inspirado y rompedor en planteamientos fue reconocido por el MOMA que empezó a mostrar sus trabajos a partir de 1963 y le dedicó una gran retrospectiva en el año 1988. Actualmente, está presente en todas las colecciones de los grandes museos, y hay una gran retrospectiva en itinerancia por el mundo que llegará a Madrid a la Fundación Mapfre en marzo de 2015..

«Podríamos decir que soy un estudiante de fotografía, y lo soy, pero lo que soy de verdad es un estudiante de los EE UU», declaro Winogrand cuando le preguntaron de donde nacía su afán casi neurótico por salir a la calle y retratar todo lo que sucediese con una cámara Leica M4, en la que montaba una lente gran angular preenfocada —no deseaba perder tiempo en buscar el foco—, intentando adaptar su ritmo fotográfico al frenético de la ciudad. Disparaba una foto tras otra, despreocupado del encuadre, buscando la rapidez y el instante.

En el siguiente vídeo se puede seguir una conferencia sobre Winogrand pronunciada por Leo Rubinfein qu fue pupilo del fotógrafo americano y es experto en la obra de su maestro.

2 COMENTARIOS

  1. Muchas gracias a Fotógrafo Digital no solamente por los tips que generalmente son de mucha ayuda, sino por los cursos de Photoshop que son mi fuente de estudio cuando necesito solucionar un problema de manejo de este software. Por favor sigan así.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, haz tu comentario
Por favor, introduce tu nombre