Robert Doisneau: La belleza de lo cotidiano es el título bajo el que la Fundación Canal agrupa 110 fotografías cuidadosamente seleccionadas por las hijas del fotógrafo y que constituyen una interesante muestra en la que se ofrece una mirada retrospectiva a 45 años de trabajo que van desde el blanco y negro característico de este fotógrafo francés a algunas series en color mucho más desconocidas producidas en los años 60 en Norteamérica.
Como era de esperar, en la selección de imágenes no faltan algunas de las obras más emblemáticas de Doisneau entre ellas, por supuesto, el beso del Hotel de Ville, el retrato de Picasso con panes, la mirada furtiva al cuadro de desnudo en un escaparate… y otras muchas fotografías de la vida cotidiana en las calles de París, de los niños con sus quehaceres y juegos, de la diversión nocturna y canalla de la ciudad de las luces, de las cavas del jazz y de un sinfín de otros motivos, quizás menos recordados, pero igualmente representativos del quehacer de este maestro.
Después del arrollador éxito de la exposición sobre Vivian Maier programada por la Fundación Canal, la institución repite ahora la apuesta con otro nombre fundamental de la historia de la fotografía humanista que también promete ser una exposición de gran atractivo para el público y que va a estar abierta hasta el 8 de enero de 2017.
Con la perspectiva que dan los años y la información que aportan testigos de excepción como sus propias hijas, hoy sabemos que Doisneau preparaba a menudo sus escenarios y esperaba a que ocurriera algo en ellos. En otras ocasiones no solo era el escenario lo preparado sino que también contaba con la asistencia de los personajes de la fotografía, tal es el caso de la mítica foto del beso del Hotel de Ville que, por circunstancias ajenas a la voluntad del autor, pasados los años se conoció que era un posado de dos estudiantes de Arte Dramático contratados para representar su arrebato amoroso. Quizá estas informaciones le restan misticismo al trabajo pero, desde luego, no le quitan ni un ápice de interés y valor a las fotografías de Robert Dosineau.
La muestra de la Fundación Canal se divide en dos secciones: La belleza de lo cotidiano, que alberga 80 copias de época, algunas de sus obras más conocidas en blanco y negro y otras hasta hoy nunca vistas por el público o muy poco difundidas; y la serie a color Palm Springs 1960, una sorprendente, inesperada e irónica producción de los años 60 olvidada desde entonces y recuperada para esta exposición.
Recientemente la editorial Taschen publicó el que es posiblemente hasta ahora el mejor libro sobre el fotógrafo, que se puede ver en este enlace: Rober Doisneau
Doisneau es uno de los pilares fundamentales de la fotografía del siglo XX. Le tocó vivir uno de los periodos más fructíferos de la Historia de la Fotografía y logró pertenecer, por derecho propio, a un selecto grupo de artistas que hoy se consideran los grandes mitos de la fotografía universal. Doisneau pertenece a la llamada Escuela Humanista, de la que es uno de sus más afamados representantes.
Con su estilo fresco, inmediato y reconocible, que tan magníficamente ha sobrevivido al paso de los años, Doisneau produjo alrededor de 450.000 negativos. Su modus operandi se basaba en encontrar el escenario perfecto y estar atento a todo lo que pasaba a su alrededor. Fiel exponente del realismo poético, orientó su trabajo a captar los gestos de personas normales en situaciones cotidianas.
En la muestra también se exhiben varias hojas de contacto y collages, además de cierto material personal como su cámara Rolleiflex y varias publicaciones originales donde se difundieron sus trabajos, como las revistas Fortune o Life.
