La fotografía que encabeza este post es un ejercicio de iluminación realizado con flashes de mano. El objetivo era construir una imagen en clave baja -dominada por las sombras- en la que la fuente principal de iluminación proviniera de la caja que hay sobre la mesa cuya tapa levanta el sujeto. Desde el principio del proceso hasta el final, se fueron ajustando diversos elementos como el número de flashes, su colocación y la coloración de la luz.
La primera de las tomas se realizó sólo con un flashCanon Speedlite 580EX metido dentro de la caja y disparado por radiocontrol mediante un disparador Phottix. El resultado se puede ver a continuación y yo lo juzgué demasiado oscuro porque el sujeto se empastaba con el fondo. Le faltaba profundidad.
Para evitar eso, se recurrió a la utilización de otro flash adicional, concretamente un Canon Speedlite 320. éste se situó entre las piernas del sujeto y apuntando hacia la pared trasera desde el suelo. La colocación de ambas fuentes de luz se puede ver en las siguientes fotografías.
Con esta iluminación ya montada, decidí cambiar ligeramente la temperatura de la luz haciendo más cálida la del interior de la caja y más fría la del fondo. Para eso cubrí las cabezas de los flashes con gelatinas de color, una CTO (naranja) para el flash principal y una azul claro para el flash que apunta al fondo. Con ese montaje es como se consiguió la fotografía que encabeza este post.
Posteriormente, para variar el resultado, el flash situado en el suelo y apuntado al fondo se cubrió con una gelatina púrpura que dió el resultado que se ve a continuación.
La exposición se ajustó midiendo la luz a la altura del sujeto con un flashímetro. Los dos flashes estaban en manual. El principal disparaba a 1/4 de potencia y el del fondo a 1/8. La cámara era una Canon 5D MKII con un objetivo 24-70 ajustado a f8 y con una velocidad de 1/125 s.
Estas explicaciones son de mucha ayuda, me encantan!!!
Muchas gracias, se aprende mucho aquí. 😉
Un abrazo!!