México: Fotografía y revolución (editorial Lunwerg) es un impresionante volumen, no ya por el número de páginas, 400, o por su gran formato, 29×33 cm, sino por la inmensa labor de investigación que representa su excelente recopilación fotográfica y sus extensos textos de análisis histórico.
El título de la obra acota perfectamente su contenido, es un libro que reproduce las imágenes más importantes de la revolución mejicana y, a través de textos de diversos autores, aborda distintos aspectos sobre el papel que la fotografía tuvo en la transmisión al mundo de la primera de las grandes revoluciones del Siglo XX.
En la distancia de de su visión internacional , la revolución mexicana fue un acontecimiento con todos los ingredientes necesarios para convertirse en un hecho épico y romántico: nacido del pueblo, con líderes carismáticos, en un escenario “exótico”… y además, condición sine qua non, abundantemente fotografiado, y filmado, por una pléyade de reporteros, principalmente norteamericanos, que a esas alturas del siglo, disponían de películas y cámaras lo suficientemente sensibles y transportables para captar imágenes sobre el terreno con una relativa agilidad.
La importancia de la fotografía en la transcendencia de los acontecimientos que sucedieron en el México de 1913 y 14 es objeto de estudio hoy en día, pero esa misma importancia fue ya anticipada y sabiamente utilizada por los propios protagonistas, como Villa, que tuvo la clarividencia de juzgar su importancia para ganar la batalla de la opinión pública internacional y también para allegar importantes sumas de dinero gracias a la firma de exclusivas con estudios estadounidenses, mediante contratos en los que se establecía incluso la hora a la que deberían suceder las batallas para asegurar que la luz para filmarlas fuera la adecuada.
Cada uno tiene sus gustos y am mí personalmente, la fotografía histórica me conmueve con una fuerza inigualable porque no se trata de una emoción estética – que también – sino del temblor que produce el saber que te encuentras ante la imagen real y ante las personas que en un momento dado, con consciencia de futuro o sin ella, estuvieron viviendo y haciendo la historia y ahí, en el documento gráfico, se nos muestran eternamente congeladas y dóciles a la observación. Podemos escrutar sus expresiones, su contexto, su vestir, las actitudes, los escenarios… todo lo que en un momento dado constituyo la cotidianidad y que el discurrir de los años ha convertido en historia. Por estas razones, México: Fotografía y revolución me parece un libro memorable.
Como suele ocurrir con las obras de Lunwerg, éste libro está cuidadosamente editado con unas reproducciones en cuatricomía con el que se ha recreado perfectamente la calidad de los virados de época, al tiempo que se ha homogeneizado el tono de las fotografías reproducidas.l
Este libro se ha editado en dos versiones una completa (49,50 €) que es la que hemos tenido en nuestras manos y a la que se refieren los datos técnicos ofrecidos más arriba, y otra reducida (19.50 €) de menor tamaño y número páginas (240).
