Un buen libro sobre fotografía culinaria

La fotografía de alimentos, de platos cocinados ha sido siempre un reto para el fotógrafo profesional y una disciplina cargada de dificultad para los bodegonistas. Todos hemos oído anécdotas sobre los «trucos» de la fotografía de alimentos, los hielos de metacrilato, el soldador para las marcas de parrilla, el puré de patata teñido para los helados… pero más allá de esos temas accesorios, la aproximación a la fotografía culinaria tiene peculiaridades puramente fotográficas sobre ángulo, composición, profundidad de campo, iluminación… que constituyen el verdadero quid para conseguir una buena imagen.

Nicole S. Young, una joven autora y fotógrafa norteamericana, ha escrito un interesante libro sobre el tema: El sabor de una imagen. Fotografía de alimentos de alta calidad (Anaya Multimedia, colección photoclub) que me parece especialmente reseñable porque tiene un carácter de compendio, aúna indicaciones y consejos sobre estilismo y atrezo, encuadre y composición o iluminación de alimentos sin eludir tampoco conceptos básicos sobre fundamentos de fotografía y equipo fotográfico y sobre procesamiento de imágenes con Photoshop. El resultado de esa visión integradora es que la obra puede resultar útil tanto para profesionales como para personas que se inician en el mundo de la fotografía y lo quieren hacer precisamente a través de esta especialidad.

Todo pastel necesita su guinda y la autora se la ha puesto a este libro con su  último capítulo titulado Entre bastidores, un apartado que, como su nombre sugiere, aborda la pormenorización detallada del cómo se realizaron una serie de fotografías de distintos tipos de plato. De cada una de ellas Young aporta todos los  detalles necesarios sobre estilismo, esquema de iluminación y postprocesado en Photoshop, una información muy valiosa que permite entender plenamente el proceso de realización de las imágenes.

A excepción de este último capítulo, el resto finalizan con una lista de tareas que la autora propone a sus lectores-alumnos para poner en la práctica los conocimientos desarrollados en las páginas previas.

A fin de que no haya ningún equívoco, es importante indicar que la autora del libro no entra en ningún momento en la utilización de cámaras técnicas (gran formato), muy usadas por los bodegonistas profesionales, sino que todo lo mostrado en la obra está realizado con cámaras réflex (de formato completo o APS-C).

Para cualquiera que esté pensando en introducirse en el mundo de la fotografía culinaria creo que este texto le puede ser de gran ayuda. La obra cuenta además con un grupo en flickr en el que los miembros intercambian sus imágenes de este género.

El libro puede adquirirse en este enlace.